Nutrientes 100 ml: 884 calorías, grasas 100 g [gasas saturadas 13 g, grasas insaturadas 82 g], hidratos de carbono 0 g, fibra 0 g, azúcares 0 g, proteínas 0 g, colesterol 0 mg, sodio 0 mg, vitamina E 62 mg
Origen
Su planta es originaria de América del Norte, conociéndose de forma silvestre desde el 3.000 a. C. Asentada principalmente en Arizona, pronto se extendió a México y Perú. No llegaría a Europa hasta el s. XVI pero su cultivo pasó desapercibido. La primera fábrica de este aceite se inauguró en Rusia en el 1.833.
Propiedades
El gran problema con el aceite de girasol es la mala calidad que encontramos en la inmensa mayoría de las marcas que podemos comprar en el supermercado que han sido refinados para que tengan una mayor estabilidad, para que duren más, etc., desposeyéndole de gran parte de sus beneficios. Además muchos de ellos han sufrido procesos químicos para su obtención.
La mejor opción sería el de primera presión en frío ya que conserva su mejor propiedad: su enorme cantidad de vitamina E, la vitamina de la piel. Es un buen antioxidante previniendo el prematuro envejecimiento celular.
Sus ácidos grasos poliinsaturados nos ayudan a regular el colesterol y por tanto protegen a nuestro corazón y arterias, siendo también eficaz para reforzar nuestras defensas.
No lo tendría como aceite principal de uso diario y mucho menos para freír, como suele ser lo habitual, ya que es altamente inestable a altas temperaturas, produciéndose una gran liberación de radicales libres que atacan directamente a nuestras células.
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