¿Por qué tomar sopa a menudo?

La sopa es uno de esos platos que nos recuerda a nuestra infancia y que con el paso de los años vamos perdiendo la costumbre de hacer, quizás porque pensamos que nos llevará mucho tiempo realizar, sin embargo, es uno de los platos más sencillos y más rápidos de hacer [al final incluyo una receta]. Evidentemente, no hablo de las sopas de sobre ya preparadas, que están cargadas de sal y aditivos, muy lejos de un alimento natural. Se refiero a aquellas que hacemos con agua, verduras, condimentos naturales [cúrcuma, pimentón, romero, tomillo…] y poco más. Vamos a ver qué nos aportan y con qué debemos tener cuidado.

Por norma general nos aportan:

  • Una buena cantidad y variedad de minerales procedentes de esas verduras y esos condimentos
  • Aportan fibra, muy interesante para regular el azúcar y colesterol en sangre, nuestro tránsito intestinal y mejorar la salud de nuestra microbiota [flora intestinal], por ejemplo si añadimos puerro, zanahoria, calabaza, calabacín…
  • Buenísima fuente de agua, no tenemos que contar únicamente el agua que tomamos, sino el agua de los platos, en ese caso sería unas buenas hidratantes
  • Protegen nuestra mucosa gástrica para lo que vayamos a tomar después, aquello de ‘templar’ un poco el estómago

RECETA DE SOPA SENCILLA:

Ingredientes para 1 persona: 1/4 puerro, 1 zanahoria, 1/4 de cebolla, 1 trocito de repollo, 1 pizca de cúrcuma, 1 pizca de pimentón, 1 trocito de hierbabuena, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra, 1 chorrito de limón, agua

Receta: cortamos el puerro, el repollo y la cebolla en tiras muy finitas, la zanahoria en rodajas de algo menos de 1 centímetro y cocemos en abundante agua durante 15 minutos. Cuando queden 2 minutos para el final añadimos la cúrcuma, el pimentón y removemos muy bien. Pasamos a un plato hondo y añadimos el aceite, el limón y la hierbabuena o cualquier especia que nos guste. ¡Enorme fuente de antioxidantes!

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¿Mejor los edulcorantes que el azúcar?

Los edulcorantes son unos de los aditivos más polémicos que existen, ya que su papel sobre la nutrición y la alimentación saludable siempre ha generado ciertas dudas.

Si tenemos en cuenta que su único propósito es el de mejorar el sabor de los alimentos, podríamos pensar fácilmente que es un tipo de aditivo innecesario o al menos prescindible en la producción de alimentos. Y es normal, ya que los edulcorantes no sirven para protegernos de intoxicaciones alimentarias y del deterioro de los alimentos como hacen otros aditivos, sino que su único propósito es el de maquillar productos alimenticios.

Los más habituales son los que encontramos en refrescos light o tipo Zero.

¿Edulcorantes o azúcar?

¿Son mejores los edulcorantes que el azúcar para endulzar alimentos? Realmente la respuesta es complicada, ya que depende mucho de cuál sea el objetivo para utilizar los edulcorantes en nuestra rutina diaria. Si estamos ante una estrategia de pérdida de peso, el uso de edulcorantes puede ser una herramienta interesante hasta cierto punto para reducir el número de calorías que ingerimos.

Sin embargo, esto puede llegar a ser un arma de doble filo, ya que los edulcorantes nos mantienen enganchados al sabor dulce. Los edulcorantes no están en manzanas o guisantes, porque no los necesitan. Se añaden habitualmente en productos de muy mala calidad nutricional, como bollería, galletas, dulces, refrescos, chocolates y otros ultraprocesados que buscan mantenernos pegados a su sabor.

Además de esta dependencia prolongada al sabor dulce, los edulcorantes también plantean ciertas dudas sobre la relación que tienen con la microbiota humana.

Los edulcorantes podrían alterar la microbiota

Nuestra microbiota, entendida como la comunidad de microorganismos que tenemos en nuestro cuerpo, también siente y puede verse alterada ante ciertos problemas de salud y la ingesta de determinados alimentos. En este caso, parece que ciertos edulcorantes podrían alterar el bienestar de nuestra microbiota, haciendo que estemos predispuestos a un peor estado de salud.

Sobre todo, los problemas que parecen tener los edulcorantes están relacionados con la inflamación intestinal y problemas digestivos varios. Tal es el caso que, los polialcoholes (un tipo de edulcorantes) deben añadir de forma obligatoria por legislación un aviso en los productos que los contienen: “un consumo excesivo de este producto puede producir efectos laxantes”.

Por lo tanto, no, los edulcorantes no serían mejor que el azúcar, deberíamos evitar o reducir ambos. Aunque si tuviera que quedarme con uno de forma puntual, me quedaría con el azúcar, ya que el ser humano está más acostumbrado, no le resulta algo extraño.

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Patatas: ¡cuidado con la solanina!

¿Alguna vez has probado una patata y estaba amarga? Es raro que suceda, pero este desagradable sabor suele deberse a la presencia de solanina, un tóxico natural de las patatas utilizado frente a agresiones externas como plagas para defender a la patata.

No te preocupes porque a pesar de ser tóxica, las intoxicaciones alimentarias por solanina son muy poco frecuentes. El motivo es que el sabor amargo nos alerta de que la patata no está buena, lo que hace que no sigamos comiéndola. 

Además de la patata, también encontramos solanina de forma natural en otros alimentos como el tomate, la berenjena o el pimiento. De ahí que estos vegetales pertenezcan al grupo de las solanáceas. La solanina no es un problema en alimentos de consumo habitual, ya que se encuentra en cantidades muy pequeñas. Sin embargo, ciertas condiciones pueden aumentar la presencia de solanina.

Por ello conviene conocer algunos detalles interesantes que pueden ayudarnos a minimizar la cantidad de solanina que se forma en las patatas. Por ejemplo, la presencia de luz. Es recomendable almacenar las patatas en un lugar oscuro ya que la luz solar favorece la aparición de brotes y un color verdoso en la patata. Ambos casos delatan la presencia de solanina alrededor de estas manchas de color verde y brotes.

Sin embargo, el color verde no se da por la solanina como tal, sino que viene marcado por la presencia de clorofila. Ya sea de forma directa o indirecta, lo cierto es que unas patatas verdes no son un buen síntoma. En estos casos, si las manchas verdes y los brotes no son muy grandes, podemos recortar la zona afectada y comer el resto. Sin embargo, si la superficie ocupada es muy amplia lo mejor será tirar la patata y no comerla.

Por otro lado, también es recomendable almacenar las patatas en un lugar fresco y bien ventilado. En este caso no es por la solanina, sino para evitar que condense agua en la superficie de la patata y se acelere su proceso de descomposición. La patata sigue respirando tras su recolección, por lo que es importante tenerlo en cuenta a la hora de almacenarla con otros alimentos. No es recomendable guardarla junto a las cebollas en un ambiente poco ventilado, ya que la humedad de la patata puede alterar a las cebollas y favorecer el crecimiento de mohos y otros microorganismos.

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Cambio de hora: alimentos reconfortantes

El cambio de hora puede afectar a nuestro reloj biológico y causar fatiga temporal, desequilibrios en el sueño y un aumento en la somnolencia diurna. La nutrición puede ser una aliada valiosa para combatir la fatiga y mantener altos los niveles de energía durante este período de adaptación. A continuación, te dejo una lista de alimentos que pueden ayudarte a enfrentar la fatiga asociada con el cambio de hora. Aunque lo mejor, como siempre, es fijarnos en la alimentación completa.

Avena

La avena es un alimento reconfortante que contiene carbohidratos complejos, fibra y proteínas. Los carbohidratos complejos se descomponen lentamente en el cuerpo, lo que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y proporciona energía sostenible. La avena es una opción de desayuno ideal para comenzar el día con buen pie.

Frutas Frescas

Las frutas frescas, como manzanas, naranjas, plátanos y uvas, son una fuente natural de carbohidratos y azúcares. Estos azúcares proporcionan una liberación de energía constante a lo largo del día, lo que puede ayudarte a mantenerte alerta y enérgico. Además, las frutas están repletas de vitaminas y antioxidantes que respaldan la función óptima del cuerpo.

Frutos Secos

Las almendras, nueces y pistachos son ejemplos de frutos secos que son ricos en grasas saludables, proteínas y fibra. Estos componentes proporcionan una fuente de energía duradera y son un snack ideal entre comidas. Los frutos secos también contienen magnesio, un mineral esencial que ayuda a mantener la vitalidad y reducir la fatiga.

Quinoa

La quinoa es una proteína completa y una excelente fuente de carbohidratos. También contiene hierro, magnesio y vitaminas del grupo B, que son esenciales para mantener altos los niveles de energía.

Chocolate negro

Su teobromina nos ayuda a levantar el ánimo y mejorar la concentración sin afectar a los ciclos del sueño. Además, de su magnífica cantidad y variedad de antioxidantes. Un cuadradito de chocolate negro por encima del 75% nos puede ayudar.

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¿Por qué tomar ajo a diario?

El ajo es rico en una variedad de nutrientes y compuestos bioactivos que contribuyen a sus posibles beneficios para la salud. Algunos de los nutrientes y sustancias clave presentes en el ajo incluyen:

  • Alicina: compuesto sulfurado que se forma cuando se machaca o corta el ajo. Es responsable de muchos de los beneficios potenciales para la salud del ajo, incluyendo sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
  • Antioxidantes: contiene además de la alicina, el ajoeno y el ajoilcisteína, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y proteger las células del daño causado por los radicales libres.
  • Compuestos de azufre: tienen propiedades antimicrobianas, pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, además a de colaborar con nuestra salud cardiovascular.
  • Vitaminas y minerales: buena fuente de nutrientes como la vitamina C, la vitamina B6, el manganeso y el selenio, que son importantes para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico y la salud en general.
  • Fitonutrientes: como flavonoides y polifenoles, que pueden tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
  • Alilmercaptano: propiedades anticancerígenas y puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.

Como ves, el ajo tiene sustancias muy específicas que o bien solamente encontramos en él o que comparte con muy pocos alimentos. Introduce el ajo a diario en tu alimentación, bien frotado en el pan, en sofritos para todo tipo de guisos, en elaboraciones a la plancha… donde quieras. No hace falta que sea crudo, también puede ser cocinado.

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3 alimentos para nuestras defensas

He querido elegir 3 alimentos que ahora en otoño están de temporada para fortalecer nuestro sistema inmunitario.

GRANADA

La granada es un fruto legendario en la historia de la nutrición, considerada por muchos como una «superfruta» debido a su riqueza en antioxidantes, especialmente los polifenoles. Estos compuestos ayudan a combatir el daño oxidativo en el cuerpo, que puede debilitar el sistema inmunológico con el tiempo. Además, la granada contiene vitamina C, que es esencial para la producción de glóbulos blancos, las células encargadas de combatir las infecciones.

SETAS

Las setas son una fuente valiosa de beta-glucanos, un tipo de fibra que puede estimular el sistema inmunológico. Los beta-glucanos ayudan a activar a las células inmunitarias, mejorando su capacidad para combatir infecciones. Además, las setas son ricas en antioxidantes y minerales como el selenio, que también son esenciales para el sistema inmunológico.

CALABAZA

La calabaza, una de las reinas del otoño. Rica en vitamina A, vitamina C, vitamina E y zinc, la calabaza es interesante para el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable. La vitamina A colabora con la integridad de las mucosas y la función de las células inmunitarias, mientras que la vitamina C y la vitamina E actúan como antioxidantes, ayudando a proteger las células inmunitarias de daños. El zinc, por su parte, es necesario para la producción y el funcionamiento de las células inmunitarias.

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3 recetas dulces con castañas

PURÉ DULCE DE CASTAÑAS

  • Ingredientes:
    • 500 g de castañas peladas.
    • 1 taza de leche de almendra (o cualquier leche vegetal de tu elección).
    • 5-6 dátiles sin hueso
    • 1 cucharadita de canela
    • Una pizca de sal.
  • Instrucciones:
    1. Hierve las castañas peladas en agua durante unos 20-25 minutos o hasta que estén tiernas.
    2. Escurre las castañas y colócalas en una licuadora o procesador de alimentos.
    3. Agrega la leche de almendra, los dátiles, la canela y la pizca de sal.
    4. Bate hasta obtener un puré suave. Si es necesario, agrega más leche para alcanzar la consistencia deseada.
    5. Sirve caliente como postre.

BROWNIE DE CASTAÑAS

  • Ingredientes:
    • 200 g de castañas cocidas y peladas.
    • 1/2 taza de harina de almendras.
    • 1/2 taza de cacao puro en polvo
    • 6-7 dátiles sin hueso o un puñado grande de uvas pasas
    • 1 cucharadita de canela
    • 1/2 cucharadita de sal
  • Instrucciones:
    1. Precalienta el horno a 180°C y forra un molde cuadrado con papel de hornear.
    2. En una batidora de vaso, mezcla las castañas, la harina de almendras, el cacao en polvo, los dátiles, la canela y la sal hasta obtener una masa homogénea.
    3. Vierte la masa en el molde preparado y extiéndela de manera uniforme.
    4. Hornea durante 25-30 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
    5. Deja enfriar y corta en brownies antes de servir.

TRUFAS DE CASTAÑA Y COCO

  • Ingredientes:
    • 200 g de castañas cocidas y peladas.
    • 1/2 taza de coco rallado.
    • 7-8 dátiles sin hueso
    • 1 cucharadita de canela
    • Coco rallado adicional para rebozar.
  • Instrucciones:
    1. En una batidora o robot, mezcla las castañas, el coco rallado, los dátiles y la canela hasta obtener una masa homogénea.
    2. Forma pequeñas bolitas con la masa y rebózalas en coco rallado.
    3. Refrigera las trufas durante al menos 30 minutos antes de servir.

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3 recetas sencillas con calabaza

La calabaza es una de las estrellas del otoño. Muy rica en vitamina A, vitamina C para prevenir los catarros. Buenísima cantidad de potasio y magnesio para los músculos. Fibra para el tránsito intestinal, además de calcio y fósforo para los huesos.

SOPA DE CALABAZA

Ingredientes:

  • 1 calabaza mediana, pelada y cortada en cubos
  • Lentejas cocidas
  • 1 cebolla, picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 4 tazas de caldo de verduras o agua
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo [opcional]
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva

Instrucciones:

  1. En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo, y saltea hasta que estén tiernos.
  2. Agrega los cubos de calabaza, el comino, la canela, la sal y la pimienta. Cocina por 5-6 minutos.
  3. Vierte el caldo de verduras o el agua en la olla y lleva la mezcla a ebullición. Luego, reduce el fuego y cocina a fuego lento hasta que la calabaza esté tierna.
  4. Usa una licuadora de mano o una licuadora de pie para triturar la sopa hasta que esté suave. Añade más caldo si es necesario.
  5. Agrega 3-4 cucharadas de lentejas cocidas por plato.
  6. Sirve caliente y disfruta.

CURRY DE CALABAZA

Ingredientes:

  • 1 calabaza, pelada y cortada en cubos
  • 2 vasos de leche de soja
  • 1 cucharada de curry en polvo
  • 1 cucharadita de cúrcuma en polvo
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado o en polvo
  • 1 cebolla, picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:

  1. En una sartén grande, calienta un poco de aceite a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo, y saltea hasta que estén tiernos.
  2. Agrega el curry en polvo, la cúrcuma y el jengibre, y mézcalos.
  3. Añade los cubos de calabaza y la leche de soja. Cocina a fuego lento hasta que la calabaza esté tierna y la salsa se haya espesado.
  4. Añade sal y pimienta al gusto. Sirve con arroz integral o quinoa cocida.

Arroz meloso de calabaza y espinacas

Ingredientes:

  • 2 tazas de arroz integral
  • 1/2 calabaza, pelada y cortada en cubos
  • 1 cebolla, picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 4 tazas de caldo de verduras caliente o agua
  • 2 tazas de espinacas frescas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:

  1. En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo, y saltea 3-4 minutos.
  2. Agrega los cubos de calabaza y continúa cocinando durante unos minutos hasta que la calabaza comience a ablandarse. Calcula unos 7-8 minutos. Ve removiendo de vez en cuando.
  3. Añade el arroz integral y revuelve para que se impregne bien con el aceite y las verduras, cocinando por un par de minutos hasta que el arroz comience a volverse translúcido.
  4. Comienza a agregar el caldo de verduras caliente o agua, una taza a la vez, revolviendo constantemente. A medida que el caldo se absorba, agrega más caldo. Continúa este proceso hasta que el arroz esté cocido y haya alcanzado la textura deseada, generalmente alrededor de 22-24 minutos.
  5. Añade las espinacas frescas y revuelve hasta que se hagan. Unos 2-3 minutos.
  6. Sazona con sal y pimienta al gusto.
  7. Sirve caliente.

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Cebolla y ajos: cómo almacenarlos

Las cebollas y los ajos son ingredientes fundamentales en muchas cocinas de todo el mundo debido a su sabor y versatilidad. Sin embargo, para aprovechar al máximo su frescura y sabor, es esencial almacenarlos adecuadamente.

La humedad es el enemigo número uno de las cebollas y los ajos. Por lo tanto, es esencial almacenarlos en un lugar fresco y bien ventilado. Evita lugares húmedos, como el frigorífico, ya que la humedad puede provocar la aparición de moho y hacer que las cebollas y los ajos se pudran.

Las cebollas y los ajos se conservan mejor en bolsas de malla o bolsas de papel perforado. Estos materiales permiten la circulación de aire alrededor de los bulbos y ayudan a mantener la humedad bajo control. Si ya los compras en mallas, déjalos ahí, si los compras a granel y los metes en bolsas de plástico, pásalos al llegar a casa a una bolsa de papel que tenga agujeros, si no los tiene, házselos.

Mantén las cebollas y los ajos en un lugar oscuro para protegerlos de la luz directa. La luz puede estimular la formación de brotes verdes en las cebollas y acelerar su deterioro. Puede ser un rincón de la cocina, una armario o un cajón. Que nunca les dé la luz directa del Sol.

No almacenes cebollas y ajos juntos. Aunque son buenos compañeros en la cocina, cuando se almacenan juntos, pueden acelerar su deterioro mutuo debido a la liberación de humedad y gases. Guárdalos en contenedores separados.

Conclusiones: fuera de la nevera, en una bolsa de papel con agujeros o en la malla, en un lugar oscuro y no los mezcles entre ellos.

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¿Es peligroso el papel de aluminio?

El papel de aluminio, conocido popularmente como papel albal [por la marca] o papel de plata, siempre ha estado en el punto de mira de la seguridad alimentaria. ¿Provoca cáncer?, ¿es peligroso calentarlo?, ¿una cara es más segura que otra?, ¿transfiere sus componentes a los alimentos?. Vamos a ver qué hay de verdad y mentira.

En cuanto al tema de las caras, que si es mejor que el alimento esté en contacto con una u otra, un informe de la OCU concluyó que era totalmente irrelevante, que se podía usar una u otra. La diferencia es que durante la fabricación de este producto, una de las caras está en contacto con los rodillos y su superficie queda más pulida, simplemente eso.

En cuanto a su seguridad en contacto con los alimentos, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria ha evaluado en varias ocasiones el riesgo en diferentes escenarios, como el uso a altas temperaturas en el horno, envolviendo alimentos en el frigorífico y congelador… y la conclusión siempre ha sido la misma: es un material seguro.

Por otro lado, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, ha confirmado que pueden migrar elementos del papel de aluminio a los alimentos de forma ínfima. De hecho, el umbral de seguridad lo cifra en 1 mg de aluminio por cada kilo que pesemos. Estas cifras es lejos, lejísimos, de lo ínfimo que se puede transferir del papel de plata a los alimentos.

Lo que sí es tóxico es comerlo, eso sí o sí. Pero no habría ningún problema por utilizarlo en las cosas habituales.

Lo que sí podemos afirmar es que su fabricación es bastante contaminante, aunque según Ecoembes es uno de los materiales que mejor se puede reciclar. Por cierto, siempre va al contenedor amarillo

💡Recuerda que la vitamina B12 es obligatoria en veganos y vegetarianos y que el déficit de vitamina D es el más extendido en nuestra sociedad. Por ello me animé a sacar: VegVital B12+D3