Las cebollas y los ajos son ingredientes fundamentales en muchas cocinas de todo el mundo debido a su sabor y versatilidad. Sin embargo, para aprovechar al máximo su frescura y sabor, es esencial almacenarlos adecuadamente.
La humedad es el enemigo número uno de las cebollas y los ajos. Por lo tanto, es esencial almacenarlos en un lugar fresco y bien ventilado. Evita lugares húmedos, como el frigorífico, ya que la humedad puede provocar la aparición de moho y hacer que las cebollas y los ajos se pudran.
Las cebollas y los ajos se conservan mejor en bolsas de malla o bolsas de papel perforado. Estos materiales permiten la circulación de aire alrededor de los bulbos y ayudan a mantener la humedad bajo control. Si ya los compras en mallas, déjalos ahí, si los compras a granel y los metes en bolsas de plástico, pásalos al llegar a casa a una bolsa de papel que tenga agujeros, si no los tiene, házselos.
Mantén las cebollas y los ajos en un lugar oscuro para protegerlos de la luz directa. La luz puede estimular la formación de brotes verdes en las cebollas y acelerar su deterioro. Puede ser un rincón de la cocina, una armario o un cajón. Que nunca les dé la luz directa del Sol.
No almacenes cebollas y ajos juntos. Aunque son buenos compañeros en la cocina, cuando se almacenan juntos, pueden acelerar su deterioro mutuo debido a la liberación de humedad y gases. Guárdalos en contenedores separados.
Conclusiones: fuera de la nevera, en una bolsa de papel con agujeros o en la malla, en un lugar oscuro y no los mezcles entre ellos.
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