La sal es uno de los alimentos de los que más abusamos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), del total de nuestro consumo en sodio solo el 8% es el natural contenido en los alimentos, el 20% de la sal añadida por nosotros cuando cocinados y la friolera de un 72% de los platos preparados y alimentos procesados, los más peligrosos para la salud.
Hay que tener en cuenta que un elevado consumo de sal eleva el riesgo de padecer hipertensión y provoca todo tipo de problemas cardiovasculares, respiratorios e insuficiencia renal, entre otros. Reducir el consumo de alimentos procesados al mínimo y no añadir sal adicional son dos de las fórmulas más efectivas para tener una nutrición más sana. Para mantener el sabor, lo más recomendado es sustituir la misma por especias y hierbas aromáticas.
En este artículo te muestro cuáles son los alimentos con mayor contenido en sal.
Embutidos
Los embutidos, especialmente el jamón curado, son los alimentos con mayor contenido en sal. Tomar 100 gramos de jamón equivale a tomar una cucharada pequeña de sal, más allá de la cantidad diaria recomendada. Tras el jamón curado, el chorizo, el fuet y el salchichón también presentan cantidades alarmantes de sodio. Los supuestos embutidos sanos como el jamón cocido, el pavo o las salchichas de pollo también tienen límites muy superiores al resto de alimentos de esta lista.
Pan
El pan es otro de los alimentos cotidianos que presenta una mayor cantidad de sodio. Especialmente el pan blanco de panadería, seguido de los panes de molde que podemos comprar en el supermercado, incluyendo, aunque en menor medida, los llamados integrales o multicereales. Tras un acuerdo entre la AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) y las panaderías, el pan tiene desde 2009 un 25% menos de sal. A pesar de esta notable rebaja, el contenido sigue siendo demasiado alto para tener una nutrición saludable.
Queso
En general, la mayor parte de los derivados lácteos tienen un alto contenido en sal. Sin embargo, es el queso curado, el fresco y el fundido los que presentan niveles más alarmantes. Estos quesos son, además, los tres más consumidos. Y el problema no es solo la sal, el queso, especialmente el curado, tiene grandes cantidades de grasa y colesterol.
Patatas fritas
No sorprendo a nadie diciendo que las patatas fritas tienen grandes cantidades de sal. Solo tenemos que coger una de una bolsa para darnos cuenta que rebosa sodio por todas partes. Como en el caso del queso, también presenta grandes niveles de grasa por lo que deberíamos eliminarlas totalmente de la dieta. Existen maneras más saludables de comer patatas sin poner en peligro nuestro sistema cardiovascular.
Frutos secos salados
Ya hemos hablado de los grandes beneficios de los frutos secos. Sin embargo, estos beneficios se reducen cuando los salamos y los tostamos. Los frutos secos son nutrientes esenciales en nuestra dieta siempre y cuando lo tomemos en crudo. Al salarlos nos estamos cargando un hiperalimento y convirtiéndolo en algo muy perjudicial para nuestro consumo.
Conservas
La sal se ha usado históricamente como conservante, antes de que apareciera la refrigeración y los conservantes químicos. Aún hoy, las conservas, especialmente de pescado, tienen grandes cantidades de sodio. Uno de los principales peligros de las latas de atún, en los últimos años la denuncia de las autoridades sanitarias ha conseguido que se realicen latas con bajo contenido en sodio.
Platos preparados
Por último, no podemos olvidarnos de mencionar los platos preparados, de donde obtenemos de media el 72% de nuestro consumo en sal. Eliminarlos de nuestra dieta es la mejor manera de comenzar a nutrirnos de forma más saludable. Los cereales de desayuno industriales entran dentro de esta categoría. No vale escudarnos en que tenemos poco tiempo, existen alternativas saludables que no requieren de elaboración y que no harán que tengamos un ataque al corazón el día de mañana.
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