Las almendras
Las almendras son, probablemente, el fruto seco más conocido por sus ventajas para la salud. Cabe destacar su alto contenido en calcio y magnesio, que ayuda a fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis. También son muy recomendables para ayudar en el equilibrio del sistema nervioso por su triptófano y algunas vitaminas del grupo B. Por su alto contenido en fósforo, son igualmente ideales para el buen el funcionamiento del cerebro y para las tareas intelectuales, siendo perfectas para niños en edad escolar.
Las castañas
Entre sus beneficios hay que señalar su gran cantidad de fibra, lo que colabora contra el estreñimiento. Por sus contenidos en taninos son buenas para la circulación de la sangre y previene problemas cardiovasculares, contando con propiedades cicatrizantes.
La presencia de vitaminas del grupo B nos ayudan a regular el sistema nervioso, a mejorar la capacidad intelectual y la concentración. Las castañas son muy interesantes para deportistas por sus buenos niveles de potasio.
Las nueces
Uno de los beneficios fundamentales de las nueces tiene que ver con la prevención contra el cáncer. Las nueces disminuyen el riesgo de padecer cáncer de mama en un 30% y el de próstata en un 40% según datos de la OMS.
También fomenta la concentración y el buen funcionamiento neuronal siendo una de las mejores fuentes de antioxidantes para combatir el envejecimiento celular y los radicales libres. Por otra parte, resulta beneficiosa para el control de glucosa en sangre por su contenido en fribra.
Los cacahuetes
Aunque es una legumbre tiene las características de los frutos secos.
Por su contenido en resveratol, ayudan a equilibrar el colesterol, protege nuestras arterias y las células del corazón.
Uno de los efectos más desconocidos descubierto en los últimos estudios es su eficacia en niños con falta de atención o hiperactividad. También, por se una legumbre, destacan por su buen aporte de proteínas.
Los anacardos
Por su altísimo contenido en fósforo son muy recomendables para la salud de nuestras neuronas, especialmente en las tareas de aprendizaje y de memorización. Su calcio, fósforo y magnesio lo hacen el fruto seco ideal para nuestros huesos.
Los piñones
Su contenido en vitamina E y zinc colaboran con la salud de nuestro corazón y sus ácidos grasos linoleico y pinoleico son buenos nutrientes para nuestras células nerviosas, siendo protectoras de nuestro cerebro y de nuestro sistema nervioso.
Ese aporte de zinc ayuda a reforzar nuestras defensas e hidratan y cuidan nuestra piel por su su vitamina E.
Los pistachos
Por su contenido en ácidos grasos moninsaturados nos ayudan a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, reduciendo el malo y elevando el bueno. Previene enfermedades cardiovasculares y regula la presión arterial.
Por su arginina ayudan en su trabajo al sistema inmune. Por su potasio y magnesio son recomendables para nuestros músculos y su fósforo ayuda en la salud de nuestros huesos y en las funciones del cerebro. Además es el fruto seco más alto en hierro, previniendo la anemia.
Las avellanas
Las avellanas son una buenísima fuente de calcio para nuestros huesos. Como los pistachos, tiene ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a reducir el exceso de colesterol en sangre y regular los triglicéridos. Con vitaminas del grupo B, fósforo y magnesio ayudan a equilibrar el sistema nervioso.
¡Un puñado de frutos secos al día, es una buenísima idea!
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