Seguro que habrás oído en muchísimas ocasiones que de forma periódica hay que limpiar nuestro hígado a través de alguna dieta, porque está intoxicado, que vamos acumulando toxinas en este hígado y hay que hacer esa detoxificación. De esta idea se sirven dietas basadas en zumos detox, las de sirope de arce u otros «rituales energéticos» para esa limpieza. ¿Pero esto tienen algún sentido?
Aunque parece que le demos más relevancia a cerebro y corazón, que la tienen, el hígado es el gran olvidado y es tremendamente importante para nuestra salud por la enorme cantidad de funciones que realiza, se han identificado decenas de funciones, hay que cuidarle.
Una de sus principales tareas es esa limpieza, esa detoxificación, ese reciclar o eliminar sustancias que nos pueden fastidiar, como toxinas, bacterias perjudiciales, exceso de colesterol, restos de medicamentos… un hígado sano realiza esta función de forma perfecta, no necesita zumos, ni pastillas [por muy naturales que sean], ni rituales para que funcione correctamente.
Si tu hígado está «intoxicado», porque es incapaz de gestionar las toxinas que le llegan, será que tenemos alguna dolencia que está impidiendo que realice este trabajo de forma efectiva, en este caso, hay que acudir al médico de manera rápida, puede ser un problema serio. Es decir, un hígado sano no necesita esas «curas de desintoxicación», un hígado con alguna dolencia, lo que necesita es un médico a su lado.
Por otro lado, este tipo de terapias, dietas, limpiezas… se les aconseja a los clientes sin haberles realizado unas pruebas médicas, unas analíticas, para descubrir si realmente tienen ese problema con su hígado, algo que suena más a timo que a ciencia.
Por supuesto que hay alimentos que ayudan a nuestro hígado en su trabajo en su tarea como pueden ser las verduras de hoja verde, alcachofas, cebolla, crucíferas [brócoli, coliflor, repollo…], jengibre, limón… pero no son mágicos ni sanadores, son simplemente una ayuda.
En definitiva y como casi siempre, si llevas una buena alimentación tu hígado estará cuidado, y si llevas una mala alimentación, no te deje llevar por estas «terapias milagro», simplemente mejora tu alimentación y tu hígado te lo agradecerá.