¿Qué encontramos en el pavo loncheado?

Este fiambre se popularizó hace muchísimos años sobre en dietas de adelgazamiento como una alternativa al jamón york de cerdo, por su menor cantidad de calorías, si es así contiene un menor aporte calórico, pero vamos a ver qué aspectos no lo hacen un alimento demasiado recomendable.

Qué encontramos en el pavo loncheado:

  • El dato más preocupante es el exceso de sal, en las 7 marcas analizadas, todas superan el gramo de sal, lo que podemos considerar como un producto muy saludo, dos marcas superan los 2 gramos y una marca llega hasta 2,5 gramos, una cantidad elevadísima.
  • Cantidad de pavo: lo normal sería que fuera 100% carne de pavo, no he encontrado ninguna marca industrial que supere el 65%, y la mayoría ronda el 50-55%, en un caso se queda en el 45%.
  • Procedencia de la carne: en el listado de ingredientes únicamente indican ‘carne de pavo’ no indican qué parte del pavo, actualmente hay un vacío legal en cuanto a este aspecto, aunque en el envase ponga letras grandes ‘pechuga de pavo’, no están obligado en el listado de ingredientes a poner de qué parte es.
  • Al no ser todo pavo, tienen que darle textura al mismo, para ello todas las marcas analizadas utilizan o fécula de patata o almidón, un elemento completamente ajeno a este alimento de forma natural.
  • Azúcar: todas las marcas salvo una contienen azúcar y además otros edulzantes/edulcorantes como dextrosa, jarabe de maíz, dextrosa de maíz, etc.
  • Enorme lista de conservantes, colorantes, saborizantes, en una de las marcas he contado hasta 10 aditivos diferentes.

pavo

Con todos estos datos, vemos que un producto muy alejado de lo que podemos considerar un producto natural, existen alternativas mucho más saludables para poner en nuestra tostada como: hummus [receta], aguacate, tahini [receta], crema de cacahuete, patés vegetales [de setas, de pimiento, de champiñones], etc.

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