Nutrientes 100 g: 299 calorías, grasas 0,5 g [gasas saturadas 0,1 g, grasas insaturadas 0,2 g], hidratos de carbono 79 g, fibra 3,7 g, azúcares 59,2 g, proteínas 3,1 g, colesterol 0 mg, sodio 11 mg, potasio 749 mg, calcio 50 mg, magnesio 32 mg, hierro 1,9 mg
Origen
Las frutas secas como las pasas, los orejones, las ciruelas… ya era habituales durante en la Edad Media. Se cree que su origen se debe a la búsqueda de alimentos calóricos para soldados que no podían cocinar y necesitaban grandes dosis de energía, también eran usadas para encurtir carnes y pescados. Son originarias de Turquía, Irán, Yemen, el Norte de África.
Propiedades
Suponen un buen aporte de calcio, que junto con su magnesio y fósforo, nos ayudan a mantener la salud de nuestros huesos, previniendo la osteoporosis, la artrosis y procesos inflamatorios como la artritis.
Por su alto contenido en fósforo son buenas aliadas de nuestra memoria y concentración en tareas intelectuales, siendo interesantes para niños y personas mayores. Se ha demostrado que su miricetina es útil en la lucha contra el Alzheimer.
Su luteína, rutina y carotenos nos ayudan a mantener la buena salud ocular, fomentando la agudeza visual. Su vitamina E cuida nuestra piel, y su resvestarol mejora la circulación sanguínea y el correcto funcionamiento de nuestros intestinos, regulando el tránsito intestinal. No deberíamos sobrepasar las 8-10 unidades por ingesta, por su alto contenido en azúcares simples.