Nutrientes 100 g: 80 calorías, grasas 0,8 g [gasas saturadas 0,2 g, grasas insaturadas 0,4 g], hidratos de carbono 18 g, fibra 2 g, azúcares 1,7 g, proteínas 2 g, colesterol 0 mg, sodio 13 mg, potasio 415 mg, calcio 17 mg, magnesio 45 mg, hierro 0,8 mg
Origen
El emperador de la mitología china Yang que, supuestamente, vivió hace 5.000 años incluía el jengibre entre sus plantas medicinales para sanar el estómago. Gracias al rey persa Darío llegó al Mediterráneo en el s. V a. C., sería utilizado por egipcios, griegos y romanos. En el s. II el jengibre aparece en unos documentos sobre importaciones en Alejandría.
Propiedades
Sin duda, es una de las plantas ‘digestivas’ más recomendables ya que favorece el proceso de digestión, ayudando a nuestro estómago en esta tarea, protegiendo la mucosa gástrica, estimulando la secreción de bilis, ayudando al hígado en sus labores de limpieza y reduciendo la formación de gases. Tiene un gran poder antibacteriano útil para mantener la flora intestinal sana y, por tanto, nuestro sistema inmune. Neutraliza el exceso de ácidos gástricos que pueden dañar a nuestro estómago, previene la úlcera de estómago y de duodeno, regula el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, pero también la diarrea.
Buen remedio si nos mareamos al viajar en coche, en autobús, en avión… solamente tendremos que ir masticando un pequeño trozo, si aguantamos su intenso sabor. Es útil contra los procesos gripales.