Comino, propiedades

Nutrientes 100 g: 375 calorías, grasas 22,27 g [gasas saturadas 4 g, grasas insaturadas 14 g], hidratos de carbono 44,24 g, fibra 10,5 g, azúcares 2,25 g, proteínas 17,81 g, colesterol 0 mg, sodio 168 mg, potasio 1788 mg, calcio 931 mg, magnesio 931 mg, hierro 66,36 mg, hierro 66 mg, manganeso 3.320 mg

Origen

Procede del Mediterráneo, probablemente de Siria o Egipto, donde se utilizaba para embalsamar a los muertos y para conservar carne y pescado. Ya Plinio en el s. I a. C. lo recomendaba como útil para digerir mejor las carnes. Aparece ya en el Antiguo Testamento ‘pagar un diezmo de pimienta, anís y comino’. Sería Carlomagno, en el s. VIII, el que estableció su cultivo.

Propiedades

El comino tiene un potente efecto carminativo, por lo que consigue neutralizar la formación de gases. De ahí su gran utilidad en guisos de legumbres. También podemos hacernos una infusión con ½ cucharadita de comino y ½ de alcaravea, sin dejar que llegue a hervir el agua, la dejamos reposar y tomamos media hora después de la comida principal. Además, resulta un buen protector estomacal, de nuestra mucosa gástrica e intestinal, disminuye las molestias por gastritis y helicobacter pylori. Protege nuestra salud bucodental, especialmente las llagas.

Regula los niveles de glucosa en sangre y fortalece nuestros pulmones y, por tanto, alivia dolencias respiratorias, especialmente los catarros. Como precauciones, no se aconseja su consumo excesivo en embarazadas ni si hay abundante sangrado menstrual, tampoco en niños menores de 6 años.

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