Nutrientes 100 g: 50 calorías, grasas 0,3 g [gasas saturadas 0,1 g, grasas insaturadas 0,2 g], hidratos de carbono 12 g, fibra 1,6 g, azúcares 8 g, proteínas 1 g, colesterol 0 mg, sodio 3 mg, potasio 173 mg, calcio 16 mg, magnesio 9 mg, vitamina A 1.283 IU, vitamina C 10 mg

Origen

El origen del cerezo se sitúa en Asia Menor en el 6.000 a. C. Se ha demostrado que se realizaba una especie de licor con su zumo. Llegó a Europa por la migración de los pájaros en la cuenca mediterránea, los romanos apreciaban mucho sus frutos y se dedicaron al perfeccionamiento de su cultivo así aparece en el libro Historia de las plantas de Teofrasto en el 371 a. C.

Propiedades

Contienen triptófano y serotonina, por lo que son ideales para regular los ciclos del sueño y combatir el insomnio. También regulan nuestra sistema nervioso. Gracias a las antocianinas y el potasio previenen y alivian los dolores musculares, estando especialmente indicadas para después del ejercicio físico.

Son muy ricas en antioxidantes, vitamina A y vitamina C, que se han demostrado eficaces en la neutralización de la acción de los radicales libres. Retrasan el envejecimiento celular y mantienen la salud de nuestra piel. Son beneficiosas durante el embarazo por su gran aporte de ácido fólico. Además, nos ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre y a regular la presión sanguínea, especialmente en casos de hipertensión. Tiene potentes efectos antiinflamatorios eficaces con el dolor en las articulaciones, la artritis y para evitar las arritmias cardíacas.