Ictus: alimentos que colaboran en su prevención

El ictus, para entendernos para simplificar, es como un infarto al corazón, pero que se produce en el cerebro, uno o varios de los vasos sanguíneos que llevan sangre al cerebro se ven afectados. Puede ocurrir que uno de estos vasos, arterias, se rompa produciendo una hemorragia o bien se obstruya e impide que la sangre que corre por él llegue al cerebro. Los factores de riesgo pueden ser muchos y muy variados, algunos difíciles de modificar como la herencia genética, familiar, pero en otros sí tenemos un papel protagonista y podemos modificarlos, como la mala alimentación, la vida sedentaria, el exceso de sal en las comidas y de manera muy decisiva el estrés, el alcohol y el tabaco.

Voy a centrarme en algunos alimentos que nos ayudan a prevenir el riesgo de padecer un ictus:
Frutas y verduras: la Universidad de Oslo realizó un seguimiento durante 30 años a un grupo de personas y concluyó que tomar altas cantidades de fruta y verduras reducía hasta en un 25% el riesgo de sufrir un ictus.

Tomate: entre estos alimentos la revista Neurology, destacó el tomate por su licopeno, buenas cantidades de licopeno en sangre reducen el riesgo hasta en un 50%, también contienen esta sustancia la papaya, la sandía, el pomelo, los caquis, la albahaca…

Alimentos con carotenos y betacarotenos: estas sustancias ayudan a retirar el exceso de colesterol de la sangre que puede pegarse en las arterias y provocar un trombo, ayuda a mantener la elasticidad de nuestras arterias… Los encontramos en zanahorias, calabaza, repollo, espinacas, pimiento rojo, tomate, lechuga, albaricoque, melocotón, coincide en muchos casos con fruta y verdura naranja.

Plátano: ya sabéis de mi recomendación de uno al día. Sobre todo es interesante en este caso por su buena cantidad de potasio. La revista científica Stroke recogió un estudio realizado entre más de 90.000 mujeres que daba como resultado que tener buenos niveles de potasio reducían el riesgo de ictus hasta en un 16% y en caso de sufrirlo ayuda a reducir las secuelas.

Mi amado aguacate: gracias a sus grasas saludables, especialmente Omega-3, colabora en la buena salud de nuestras arterias, también ayudar a retirar el exceso de colesterol de la sangre, contiene potentes antioxidantes. Si tenéis la oportunidad, con ½ al día ya obtendríamos todos sus beneficios.

Avena: por su buena cantidad de fibra, también ayuda en la regulación del colesterol, por su alto contenido en zinc protege a las células cerebrales, previene su envejecimiento prematuro.

Más allá de tener en cuenta estos alimentos concretos, lo importante, como siempre, es llevar una buena alimentación de forma regular, rica en frutas y verduras, e incorporar el ejercicio físico a nuestra vida.