5 cambios básicos para mejorar tu alimentación

Con la enorme información que existe actualmente sobre nutrición, sobre nuestra forma de alimentarnos, sobre todo en Internet, acabamos hechos un lío, sobre todo porque gran parte de esa información es contradictoria, por ello, aunque afectan otros muchísimos factores, he querido hacer hincapié en 5 cambios para mejorar tu alimentación, vamos a verlos:

  • El azúcar refinado. A estas alturas ya sabrás que es uno de los alimentos más perjudiciales, el azúcar blanco, el azúcar refinado, en este artículo puede ver algunos de sus inconvenientes. No estamos solamente hablando del azúcar que añades al café o a la leche [vegetal], también de la inmensidad de productos que la contienen, según un estudio entre el 60-80% de lo que encontramos en el supermercado contiene azúcares añadidos. Especialmente los refrescos, la bollería y los zumos envasados. Deberíamos prescindir de este tipo de productos. Alternativas al azúcar blanco.
  • La sal. Actualmente en Europa casi triplicamos el consumo máximo de sal recomendado, que según la OMS está en 5 gramos diarios, el equivalente a una cucharada, ten en cuenta que esto es el máximo, yo recomendaría no sobrepasar los 3 gramos diarios. Como ocurre con el azúcar, no solamente es la sal que añadimos sino la que encontramos sobre todo en precocinados, procesados, conservas, embutidos, etc. Las dolencias relacionadas con el exceso de sal son la hipertensión, problemas cardiovasculares y renales. En algunos casos la podemos sustituir por especias para dar sabor a nuestras comidas o aprender a saborear el gusto natural de los alimentos.
  • Harinas refinadas. Están por todas partes, en el pan, la bollería, la pasta… Este tipo de harinas además de contener una cantidad mucho menor de minerales y fibra respeto a las integrales, presentan un número elevado de azúcares simples, lo que puede llevarnos a un ciclo de hiperglucemia cuando las ingerimos y una posterior hipoglucemia, para regular estos niveles nuestro cerebro nos pedirá de nuevo hidratos simples, la famosa ansiedad por algo dulce después de comer. Deberíamos sustituirlas por harinas integrales de espelta, centeno, quinoa, trigo sarraceno, etc.
  • Grasas trans y saturadas. Presentes sobre todo en plato precocinados, procesados tipo hamburguesas, salchichas… también el exceso de carne, principalmente roja, nos llevará a una alta ingesta de grasas saturadas, perjudiciales para nuestro sistema cardiovascular.
  • El alcohol y el tabaco. Creo que en cuando a estos dos hábitos tenemos muchas menos dudas, son muy nocivos para nuestra salud, en este caso sí que lo mejor es un consumo cero, ni siquiera moderado como nos quieren hacer ver las marcas. El alcohol, aunque esté socialmente mucho más aceptado, tiene poco de saludable, si lo comparamos con todos los perjuicios que conlleva, nuestro hígado será el gran perjudicado.

En resumen y aunque la lista se puede ampliar mucho más, esos serían unos buenos cambios, huir de los productos ultraazucarados, cambiar las harinas refinadas por integrales, consumir productos/alimentos naturales [frutas, verduras, cereales integrales…] frente a productos procesados, precocinados, reduce el consumo de grasas saturadas, elimina las grasas trans, relacionadas de nuevo con esos procesados y evita el alcohol y tabaco.