Nutrientes 100 g: 360 calorías, grasas 9,72 g [gasas saturadas 2,8 g, grasas insaturadas 5,4 g], hidratos de carbono 51,8 g, fibra 13,2 g, azúcares 7 g, proteínas 23,17 g, colesterol 0 mg, sodio 12 mg, potasio 842 mg, calcio 39 mg, magnesio 239 mg, hierro 6,3 mg, zinc 13 mg, manganeso 14 mg
Origen
El trigo en general tiene su origen en la antigua Mesopotamia, encontrándose restos de su uso en la rica zona de Siria, Jordania, Turquía… con más de 8.000 años de antigüedad. Ya en Irak en el 6.7000 a. C. se han encontrado pruebas de su cocinado en un cuenco de barro. Se usaban en el Antiguo Egipto, Roma y Grecia, donde se comían enteros con cáscaras y germen, en el s. XVII se implantan mecanismos para eliminar estos elementos.
Propiedades
El germen es la parte más blanda del trigo, la que mayor cantidad de nutrientes, especialmente minerales, contiene. Sin embargo, no lo encontramos en ningún producto industrial elaborado con harina blanca, ya que a esta harina refinada se le retira para que no se enrancie y dure más tiempo. El germen se enrancia más rápido, debido a que tiene una alta concentración en ácidos grasos.
Gracias a su Omega 3 y ácido linoleico disminuye el exceso de colesterol, colabora en la buena salud de las arterias y de nuestro corazón, mejorando la circulación sanguínea. Por su vitamina E es un potente hidratador de nuestra piel y del pelo, fortaleciendo nuestras uñas. Reduce los ataques de asma y otros problemas respiratorios. Podemos tomar una cucharadita al día.