Lo primero que tenemos que saber es por qué nos apetece picar entre horas, generalmente se debe a un motivo, que distanciamos muchísimo una ingesta de comida de la siguiente. Si desayunamos a las 7-8 de la mañana y no hacemos otra comida hasta las 14-15h, habrán pasado muchísima horas sin ninguna ingesta, esto suele provocar dos cosas: una, que nos genere intranquilidad pensar que vamos a estar tantas horas sin comer, nos genera cierta ansiedad por la comida y comemos lo primero que encontramos, generalmente no muy saludable y, otra, que nuestros niveles de glucosa van bajando de una comida a la siguiente y llega un punto que nuestro cerebro nos dice ¡necesito glucosa, azúcar!, y de nuevo optamos por alimentos altamente azucarados como chocolatinas, bollería, caramelos, refrescos, etc.
Para evitar esto deberíamos acortar el espacio entre comidas, no hacer solamente desayuno, almuerzo y cena, sino introducir dos más, una a media mañana [re-desayuno] y la merienda, solamente hay que fijarse en nuestros abuelos, bisabuelos… siempre hacían una parada a media mañana cuando trabajaban en el campo para reponer fuerzas y a media tarde cuando volvían a casa de trabajar. Comiendo cada 2 horas o media o 3 horas, no tendremos esa necesidad de picar, ya que nuestras necesidades calóricas están cubiertas, si aún así seguimos teniendo esas ganas irrefrenables, tendremos que revisar nuestra relación con la comida y si tenemos problemas de ansiedad asociados a los alimentos, en este caso tendremos que acudir a un especialista. Si es algo puntual es completamente normal y no hay que preocuparse.
En ese re-desayuno y merienda no hace falta una ingesta de grandes cantidades de calorías, simplemente un tentempié para continuar con nuestra jornada laboral o un ‘chute’ de energía después de horas trabajando, aquí te dejo algunas opciones saludables:
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5-6 almendras y 2-3 nueces
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Una tostada integral con aceite de oliva y tomate
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Una tostada integral con hummus
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Una tostada integral con guacamole
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Una infusión y una pieza de fruta
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Un vaso de leche vegetal y una zanahoria cruda
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Un vaso de leche vegetal con 3 cucharadas de muesli
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Una barrita energética sin azúcares añadidos
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Un té u otra infusión con 2-3 galletas integrales sin azúcares añadidos
Entre los alimentos más habituales y que debemos desterrar o reducir al mínimo su consumo en estos picoteos son: la bollería industrial [napolitana, magdalenas, cruasanes, galletas…], los refrescos, cremas de cacao, leche con cacao, la tostada de pan blanco con mantequilla y mermelada, chocolatinas, snacks salados tipo patatas fritas o similares…
Como vemos, no es una cuestión de ‘picar’ sino de hacer 5 comidas al día y no 3, tendremos las necesidades calóricas cubiertas y será mucho más difícil que nos entren ganas de picar. Introducir 2 comidas más no significa ingerir más calorías, sino repartir las mismas calorías en 5 ingestas y no en 3.