Una duda muy frecuente es si el arroz consumido frío es más saludable que recién cocinado en caliente, formato en el que solemos consumir el arroz a través de distintas preparaciones culinarias.
En primer lugar, el arroz es un cereal, y como tal es rico en hidratos de carbono. Concretamente, el almidón destaca como el compuesto mayoritario siendo la fuente energética predominante en el arroz.
Este almidón está formado por largas cadenas de glucosas unidas, que se agrupan a su vez en dos compuestos: amilosa y amilopectina.
Cuando enfriamos el arroz, lo que sucede es que este sufre un proceso conocido como retrogradación del almidón. De esta forma el almidón se compacta y también se vuelve más difícil de digerir.
Podríamos decir que el organismo tarda más en asimilarlo y se comporta de forma similar a la fibra dietética, por ello se considera que tiene un plus de salud. De esta forma, su índice glucémico es inferior al arroz caliente. Lo que significa que nuestro cuerpo tardará más en asimilarlo y obtener la glucosa de su interior que pasará a nuestro torrente sanguíneo.
Sin embargo, tampoco significa que tomar el arroz caliente sea malo para la salud. Nuestras preferencias culturales y gastronómicas también importan, ya que esto forma parte de la salud humana. Por otro lado, el plus de salud que otorga consumir el arroz frío tampoco es la panacea absoluta, por lo que no debemos otorgarle propiedades mágicas.
En definitiva, el arroz es un buen alimento que tiene cabida en una dieta saludable. Como todos los alimentos ricos en hidratos de carbono, deberíamos adaptar tanto su frecuencia como cantidades de consumo en función de nuestra actividad física en el día a día. De esta forma, aquellas personas que realicen más deporte de forma frecuente necesitan una ingesta de hidratos de carbono superior.
Otro aspecto que es fundamental cuidar en relación al arroz es la seguridad alimentaria. Es recomendable refrigerar las sobras de arroz lo antes posible y consumirlas en un plazo máximo de 1 día. Solemos despistarnos con esto, y es muy importante, ya que algunos patógenos como Bacillus cereus se encuentran muy cómodos en alimentos como la pasta y el arroz y podrían provocarnos una grave intoxicación alimentaria.
El arroz es un alimento que aguanta poco tiempo en el frigorífico, ya que es bastante favorable para el desarrollo de patógenos. Por supuesto, en ningún caso debemos guardarlo fuera de la nevera una vez haya sido cocinado.
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