El cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo, formado por cientos de miles de células nerviosas que controlan y regulan las funciones principales del organismo. Entre las más destacadas están:
- Controlar la digestión, el ritmo cardiaco, la respiración, la circulación sanguínea
- Coordinar nuestros movimientos, mantener el equilibrio
- ‘Director’ de todo el sistema nervioso
- Responsable del pensamiento, emociones, memoria…
- Recibe e interpreta los estímulos externos
Alimentos muy recomendables
- El chocolate negro sin azúcares añadidos y sin leche. Contiene importantes elementos para ‘nutrir’ a nuestro cerebro: fósforo, magnesio, vitamina E. Con un ‘cuadradito’ al día sería suficiente para aprovechar sus nutrientes y no acumular sus grasas.
- Frutos secos, especialmente nueces y almendras. Contienen omega 3, omega 6, ácido fólico… útiles para mejorar la memoria, fomentar el aprendizaje y equilibrar nuestro sistema nervioso. Con 2-3 nueces y 5-6 almendras al día sería suficiente.
- Plátano, una excelente fruta, nos ayuda a mejorar la memoria y a mantener el buen humor gracias a su vitamina B6, incluso se han demostrado propiedades antidepresivas. Gracias a su contenido en potasio, fósforo y magnesio le hacen muy recomendable para trabajos intelectuales.
- La luteolina protege a las células cerebrales frente a la inflamación, toxinas… previniendo su muerte prematura, por ello se ha demostrado útil frente a la falta de memoria y el deterioro de las neuronas por el paso del tiempo… Alimentos que la contienen: aceite de oliva virgen extra, apio, pimiento verde, perejil, tomillo.
- El ácido fólico nos ayuda a mejorar el rendimiento de las neuronas. Se encuentra en las legumbres, aguacate, espinacas, lechuga, brócoli, cítricos, pipas de girasol…
Alimentos MÁS PELIGROSOS para nuestro cerebro
- El azúcar refinado y todos los productos donde se utiliza. Cuando tomamos azúcar blanco se produce una hiperglucemia, nuestro páncreas segrega insulina y se produce una hipoglucemia repentina, lo que desequilibra nuestro sistema nervioso y a largo plazo daña nuestras células cerebrales. Además se convierte rápidamente en grasa. La Clínica Mayo demostró que una dieta alta en hidratos de carbono simples aumenta hasta en un 89% las posibilidades de padecer demencia. Debemos sustituir los hidratos simples por hidratos complejos.
- El exceso de grasas saturadas y el consumo grasas trans, presentes en multitud de alimentos procesados, comida basura… aumentan el colesterol malo y dificultan la circulación de la sangre hasta nuestro cerebro.
- Y como en casi todos los casos: el alcohol, el tabaco, el abuso de la cafeína…
