Los frutos secos son uno de los grupos alimentarios que despierta mayor interés entre la comunidad científica, y también en el consumidor promedio.
Durante muchos años, los frutos secos han sido considerados como perjudiciales para la salud por contener un número elevado de calorías. Sin embargo, desde hace algún tiempo sabemos que esto no es un problema para poder consumirlos, ya que sus grasas son saludables y no se relacionan con el aumento de peso según la evidencia científica. ¿Cómo es esto posible?
Las calorías no lo son todo
Lo vengo diciendo muchas veces, las calorías no son lo más importante que debemos tener en cuenta para evaluar si un alimento es insano o no. Ciertamente, es un marcador importante, y en ejemplos como los ultraprocesados nos pueden dar una pista importante sobre si un producto es poco recomendable para la salud.
Sin embargo, esto no siempre funciona, ya que existen alimentos altos en grasa que tienen un perfil saludable por el conjunto de nutrientes que los conforman. Tal es el caso de los mencionados frutos secos, pero también de otros alimentos ricos en grasa como el aguacate o el aceite de oliva virgen extra.
Grasas insaturadas saludables
¿Y qué tienen en común este tridente de alimentos altos en calorías pero saludables? Pues que sus grasas son insaturadas y tienen un perfil más sano que la mayoría de grasas saturadas.
En el caso del aguacate y el aceite de oliva virgen extra, encontramos mayoritariamente ácidos grasos de tipo monoinsaturado, como es el ácido oleico. Estos ácidos grasos se relacionan con una mayor protección cardiovascular, así como un fortalecimiento de nuestros huesos.
Por otro lado, alimentos categorizados dentro del grupo de los frutos secos, como las almendras, nueces, anacardos o cacahuetes, por ejemplo, son ricos en ácidos grasos poliinsaturados generalmente. Que nuestro cuerpo necesita obligatoriamente para realizar ciertas funciones metabólicas.
A su vez, el consumo de estos ácidos grasos poliinsaturados saludables también se relaciona con un menor riesgo de accidentes coronarios y cerebrovasculares.
Adicionalmente, el consumo de frutos secos se asocia con un menor apetito, ya que gracias a la combinación de sus grasas saludables, fibra y proteínas conseguimos una mayor saciedad en nuestro organismo. Algunos estudios también vinculan el consumo de frutos secos con un mejor manejo del peso y su manteniendo estable a largo plazo.
