Ya sabemos que el consumo de verduras, frutas y hortalizas está relacionado con un gran número de ventajas para nuestra salud. Las verduras crucíferas cumplen dentro de este grupo con un importante papel en nuestra nutrición, participando también de forma activa en la prevención de diferentes cánceres en relación a ciertos componentes propios de estos alimentos.
¿Qué son las verduras crucíferas?
Las verduras crucíferas constituyen un grupo amplio de vegetales entre los que destacan el brócoli, las coles de Bruselas o la coliflor, que son los más típicos. Sin embargo, también forman parte de este grupo alimentario la kale, el rábano, o la rúcula, por ejemplo.
Estos vegetales se relacionan normalmente con un gran número de beneficios para la salud, como por ejemplo la prevención de enfermedades cardiovasculares o el mantenimiento de un peso adecuado a raíz de su alto porcentaje en vitaminas, minerales y fibra dietética.
Los beneficios para la salud de las crucíferas
No únicamente existen beneficios saludables atribuidos a las crucíferas en relación a la prevención del cáncer, sino que las crucíferas también contribuyen a mejoras de salud como el endurecimiento de las arterias, lo que supone una fuerte protección frente a la hipertensión al fortalecer nuestro sistema cardiovascular en general.
Otros estudios científicos también relacionan el consumo de verduras crucíferas con una menor mortalidad por accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca o respiratoria, principalmente en relación a la enorme cantidad de micronutrientes de interés que estos alimentos contienen, como son los carotenoides zeaxantina, betacaroteno y luteína, y también las vitaminas K, E, C, E y ácido fólico.
Por último, no debemos olvidarnos del importante aporte de calcio de las verduras crucíferas, un mineral que resulta clave para mantener nuestros huesos en perfecto estado. A pesar de que el calcio está muy asociado tradicionalmente a los lácteos, lo cierto es que las crucíferas también destacan por una buena presencia en este mineral, lo que se traduce en ventajas para nuestros huesos y sirve para prevenir enfermedades como la osteoporosis.
¿Cuáles son los compuestos beneficiosos?
Todos los beneficios para la salud mencionados antes en relación con el consumo de verduras crucíferas parecen deberse a unos compuestos llamados glucosinolatos.
Los glucosinolatos son mayormente los responsables del aroma característico y también del sabor amargo que tienen las crucíferas. Además, los glucosinolatos liberan otros compuestos bioactivos al masticar y digerir las crucíferas que tienen un importante papel anticancerígeno.
