Cuando nos sobra comida es habitual que nos preguntemos cuánto tiempo realmente podemos conservar esta comida en nuestro frigorífico.
Muchas veces creemos que el frío es infinito, y que conserva los alimentos durante mucho tiempo, pero nada más lejos de la realidad.
Realmente, el frío tiene un efecto ralentizador en el crecimiento de los microorganismos patógenos, pero no los destruye en absoluto. El efecto que consigue es que estos se multipliquen de una forma mucho más lenta.
Por ello, los márgenes de vida útil que conseguimos con las temperaturas de refrigeración son de unos pocos días, al contrario de lo que muchas personas creen. Esto, por supuesto, refiriéndonos a sobras de comida, platos preparados y productos o alimentos cuyo envase haya sido abierto.
Los productos envasados tienen una duración mucho mayor, ya que no son tan perecederos y no se les aplica lo que conocemos como “vida útil secundaria”, ese período indicado en el envase donde se nos muestran los días máximos durante los cuáles podemos comer ese alimento sin problemas una vez abierto el envase.
Volviendo a las sobras de comida, es decir, alimentos preparados en casa, encontramos diferentes tiempos en función de los alimentos que encontremos. En general, carnes y pescados cocinados pueden aguantar perfectamente entre 3-4 días en la nevera. Sin embargo, si los hemos utilizado en un guiso, su vida útil puede reducirse a 1-2 días, ya que el contenido en agua es mayor y por lo tanto el plato es más perecedero e idóneo para el crecimiento microbiano.
Otro alimento cuya vida útil es reducida es el huevo crudo. Para las preparaciones donde utilizamos huevo crudo sin cocinar, como por ejemplo las salsas o mayonesas caseras, se aconseja consumir en el mismo día pudiendo aguantar como máximo 1 día en la nevera.
Por el contrario, si el huevo ha sido cocido o sometido a otro tratamiento térmico, podemos prolongar su duración hasta los 2-3 días aproximadamente. Aquí podemos observar el papel protector y de seguridad que tiene el calor en los alimentos, donde se consigue destruir a la mayoría de patógenos cuando alcanzamos temperaturas cercanas a los 60-65ºC, que suelen estar en alimentos de origen animal predominantemente.
En general, el tiempo de vida útil para platos preparados es de 2-3 días, siendo especialmente delicados los guisos y los productos de origen animal como decíamos. Si pensamos en guisos a base de legumbres tipo lentejas, alubias o garbanzos, donde no se ha añadido carne ni pescado, la duración se extiende hasta los 3-4 días sin problemas en el frigorífico, contando con un margen mucho más amplio. Estos 3-4 días también aplican para sopas y caldos vegetales. Por otro lado, la pasta y el arroz solamente deberían guardarse 1-2 días en el frigorífico, ya que son más delicados.
