Nuestra salud puede verse atacada con mayor facilidad en otoño/invierno, época donde las infecciones respiratorias como la gripe o el resfriado cobran mayor protagonismo que nunca.
Mayores infecciones respiratorias
Durante el otoño e invierno aumentan los casos de infecciones respiratorias en comparación con otras épocas del año. Esto se produce por varios motivos, como por ejemplo el propio efecto del frío en nuestro organismo, que puede irritar las mucosas de nuestra nariz dificultando que cumplan con su papel protector frenando la entrada de microorganismos patógenos al cuerpo humano. El frío también produce el estrechamiento de nuestros vasos sanguíneos, dificultando el movimiento de las células defensoras del sistema inmune.
También pasamos muchas más horas en casa, con familiares, amigos, en espacios cerrados para protegernos del frío y la transmisión de virus o bacterias perjudiciales es mucho mayor en las épocas de frío que en verano.
Además, al incrementar los días con lluvia, aumenta también la humedad. Y esta humedad es un factor para la proliferación de las bacterias perjudiciales.
Por lo tanto, sí, el frío aumenta la incidencia de catarros y gripe.
Por ello, fortalecer nuestro sistema inmunitario se convierte en una prioridad si queremos minimizar la incidencia de enfermedades durante esta época del año concreta. Una forma interesante de hacerlo es mediante los probióticos, seguro que te suena este término.
Qué son los probióticos
El término “probióticos” hace referencia a un grupo de microorganismos que presentan beneficios protectores hacia nuestra salud. Es decir, son microorganismos vivos.
Realmente, el ser humano está hecho de microbios. Tanto es así que un gran porcentaje de nuestro organismo está poblado por ellos, sobre todo en las zonas del aparato digestivo como el intestino delgado y grueso. Esto es lo que se conoce por microbiota, la comunidad de microorganismos que forman parte de nuestro cuerpo y tienen mucho que ver con nuestro estado de salud.
Si nuestra microbiota está alterada es más fácil que se produzcan problemas de salud. Ahí es donde la ciencia está poniendo el foco durante los últimos años para seguir descubriendo más acerca de la relación entre la microbiota y nuestro estado de salud.
Por ello, tomar un suplemento de probióticos puede ayudarnos a mantener en buen estado nuestra microbiota, ya que estaremos añadiendo especies bacterianas de interés a nuestro organismo.
Fortalecer nuestro sistema inmune
La ingesta de probióticos nos ayuda a mantener una microbiota fuerte y estable frente a las infecciones que suceden mayormente en otoño e invierno.
Generalmente, la mejor opción es tomarlos como suplemento alimenticio por su comodidad y posibilidad de seleccionar las cepas más beneficiosas para el organismo humano. Además conseguimos en un única cápsulas miles de millones de estos probióticos, microorganismos vivos.
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