Cuando hablamos de desayuno perfecto, parece que todos tengamos que desayunar lo mismo y no es así, hay muchas variaciones dentro de esa «perfección». Lo sí que podemos seguir algunas pautas para optimizar el desayuno a nivel nutricional y así obtener todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para empezar el día con energía:
Incluye una buena fuente de proteína: los frutos secos son uno de los alimentos más saciantes que nos ayudan a proporcionar energía y proteína de alta calidad. También las semillas.
No olvides fuentes de carbohidratos integrales: si eres fan de las tostadas mañaneras intenta priorizar versiones con el grano entero, integrales. No es obligatorio tomarlas, pero siempre puedes acompañarlas de una buena ración de vegetales como tomate o aguacate (aunque hay muchas más opciones). También hummus o guacamole.
Avena: podría ser una fuente de hidratos saludables sustituyendo a la tostada. Por ejemplo, con un yogur o tipo porridge [hay millones de recetas en Google]
La hidratación es importante: un vaso de agua a mano nunca viene mal. De esta forma, las infusiones también suman, así como el agua contenida dentro de los alimentos. Aquí, las reinas son las frutas.
Un cafelito: no es obligatorio y no aporta nutrientes muy destacados. Pero tampoco le tengas miedo, si te apetece, ¡tómalo!
Que no falte fruta: con tanta variedad de fruta existente es imposible que alguna no te guste. Intenta incluir varios tipos de fruta con colores diferentes, así conseguirás obtener un montón de vitaminas diferentes.
Resumen: frutos secos y/o semillas, tostada integral con hummus, tomate o aguacate, infusión o café o agua y bien de fruta.
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