Mitos sobre los vegetales ultracongelados

Los vegetales ultracongelados son uno de los recursos más interesantes con los que contamos en la actualidad dentro del supermercado. A veces se infravaloran, y en otras ocasiones se tiene miedo a su composición nutricional y tipo de procesado. Sin embargo, únicamente se conservan gracias al uso del frío, no es ninguna tecnología extraña.

Gracias al frío, los vegetales aguantan grandes períodos de tiempo sin alterarse, manteniendo en un excelente estado todas sus propiedades organolépticas, nutricionales, y de calidad en general.

Y es que este es uno de los mitos más recurrentes a los que se enfrentan los vegetales ultracongelados por parte de los consumidores. Por ello, en este artículo vamos a repasar los principales errores que cometemos cuando pensamos en vegetales ultracongelados:

¿Las verduras ultracongeladas son de peor calidad que las frescas? No, ya que en la mayoría de casos las verduras ultracongeladas se cosechan en su momento óptimo de maduración y se ultracongelan inmediatamente con una temperatura bajísima. De esta forma, las verduras mantienen sus características prácticamente inalteradas.

De hecho, los vegetales ultracongelados a menudo superan la calidad nutricional de los alimentos frescos, que inevitablemente sufren deterioro con el paso del tiempo y no tienen la ventaja del frío para conservar.

¿Las verduras ultracongeladas contienen conservantes? Falso. Las verduras ultracongeladas no requieren el uso de aditivos en la mayoría de los casos, su único conservante es el frío. Hablo de la verdura única, no de platos precocinados.

El frío de ultracongelación paraliza el crecimiento de microorganismos patógenos, por lo que también se detienen los procesos de degradación propios de los alimentos. Esto hace que duren mucho tiempo con las mejores condiciones posibles.

¿Las verduras ultracongeladas cuestan más que las frescas? No necesariamente. Debemos pensar que el peso de las verduras ultracongeladas no incluye desperdicios como partes duras, pieles y tallos, que sí pueden tenerse en cuenta en los productos frescos.

Además, las verduras ultracongeladas son un excelente aliado contra el desperdicio de alimentos. Son fáciles de dosificar por lo que puedes usar la cantidad que realmente necesites y guardar el resto en el congelador.

El gran problema de las verduras ultracongeladas, es que las suelen vender en bolsas de plástico de un único uso. Aunque como os he dicho, son totalmente recomendables, yo en particular me sigo quedando con las frescas, quizás por el «ritual» de comprarlas, el cocinado, etc. Pero entiendo que las congeladas son muy cómodas.

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