¿Por qué comer ajo todos los días?

El ajo es, probablemente, uno de los condimentos que más controversia genera en el paladar de los consumidores. O lo amas o lo detestas, no existe término medio. Y es normal, ya que su intenso olor y el posterior regusto que deja tras las comidas dificulta que sea un alimento apto para todos los públicos.

Sin embargo, y al margen de sus particularidades organolépticas, el ajo es un condimento que posee un contenido nutricional elevadísimo. En el artículo de hoy vamos a desgranar detalladamente su contenido en micronutrientes:

Potasio: el ajo destaca en muchos minerales, y uno de ellos es el potasio. Encontramos aproximadamente unos 529 mg de potasio por cada 100 gramos de ajo, ¡una auténtica maravilla nutricional!

Fósforo: en cuanto a fósforo tampoco se queda corta la cosa. El ajo aporta hasta 134 mg de fósforo por cada 100 gramos de ajo.

Yodo: otro de los minerales interesantes en el ajo es el yodo. Al contrario que los anteriores, este micronutriente suele ser más complicado de encontrar en muchos alimentos. Encontramos unos 3 mg de yodo por cada 100 gramos de ajo.

Magnesio: seguimos con los minerales, y es que el magnesio es otro de los protagonistas en la composición nutricional del ajo. Aproximadamente, encontramos hasta 25 mg de magnesio por cada 100 gramos de ajo.

Selenio: otro de los minerales más difíciles de encontrar es el selenio. En el ajo lo encontramos en concentraciones de hasta 2 mg por cada 100 gramos de alimento. Recuerda que el selenio es un excelente antioxidante que nos ayuda a combatir los radicales libres que degradan nuestras células.

Tiamina y niacina: nos pasamos a las vitaminas. En este caso, como ya hemos comentado otras veces, las vitaminas suelen encontrarse en cantidades más pequeñas de la orden de microgramos. 1 mg contiene 1000 microgramos, para que nos hagamos una idea. Pero no por ello son menos importantes, las vitaminas son imprescindibles para nuestro organismo. El ajo contiene 0,16 microgramos de tiamina o vitamina B1 y 1,3 microgramos de niacina o vitamina B3.

Vitamina C: la vitamina C es de las pocas vitaminas que también se catalogan en miligramos. Concretamente, en 100 gramos de ajo encontramos hasta 11 mg de vitamina C. No es una cantidad tan interesante como la que podemos encontrar en frutas y vegetales como el pimiento, la naranja o el kiwi… ¡pero también suma!

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