Los alimentos fermentados han sido parte de la dieta humana durante siglos y se han ganado un lugar especial en el mundo de la nutrición debido a sus beneficios para la salud. La fermentación es un proceso natural en el que microorganismos como bacterias, levaduras y hongos descomponen los carbohidratos y otros nutrientes en los alimentos, creando compuestos beneficiosos y transformando su sabor y textura.
Uno de los principales beneficios de los alimentos fermentados es su capacidad para mejorar la salud intestinal. Durante el proceso de fermentación, las bacterias beneficiosas, como los probióticos, se multiplican y colonizan el tracto digestivo. Estos probióticos ayudan a equilibrar la flora intestinal, mejorando la digestión y fortaleciendo el sistema inmunológico.
Algunos estudios han demostrado que los alimentos fermentados pueden aumentar la biodisponibilidad de ciertos nutrientes, como las vitaminas del grupo B y K. También pueden mejorar la digestión de alimentos difíciles de digerir. Además, los alimentos fermentados pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud del sistema inmunológico.
Entre los pickles más conocidos encontramos: pepinillos en vinagre, chucrut [col fermentada], cebollitas y zanahorias encurtidas, kimchi [otra col fermentada], las aceitunas [aunque estas tienen menos probióticos].
En resumen, los alimentos fermentados son una excelente opción en una dieta saludable. Sus beneficios para la salud intestinal y su capacidad para mejorar la biodisponibilidad de nutrientes los convierten en una opción valiosa.
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