¿El zumo de pomelo es adelgazante?

El pomelo es una fruta bastante desconocida para el gran público. Probablemente, este hecho se deba a su sabor amargo que no agrada a todos los paladares y que no lo convierte en la fruta más popular de todos los tiempos precisamente.

Proveniente de la planta Citrus × paradisi, el pomelo es un fruto tropical de carácter ácido con una pulpa de color rojo muy intenso, fácilmente reconocible. Este cítrico es un alimento perfectamente compatible con un estilo de vida saludable, pero en ocasiones se exageran sus propiedades y se le otorgan cualidades mágicas muy alejadas de la realidad.

Famosas son las dietas detox o dieta del pomelo que prometen detoxificar o limpiar nuestro organismo. Mucho más si lo tomamos en ayunas por la mañana, como si el pomelo tuviera la capacidad de conocer a qué hora exacta del día lo consumimos. No funciona así la cosa, nuestro hígado tiene la capacidad suficiente para hacer su limpieza. Si tuvieras el hígado intoxicado, deberías ir a urgencias rápidamente, no lo curará un simple zumo.

También se hizo muy famoso hace unos años para adelgazar. Igual, se decía que tomado en ayunas ayudaba a movilizar las grasas de nuestro organismo y eliminar parte de ellas. Complemente no. Ojalá fuera tan fácil. No hay ningún alimento concreto que sea capaz de movilizar las grasas, no existen. Como siempre os digo, ejercicio físico, fijarnos en la alimentación completa, no en alimentos concretos, y control el estrés.

A pesar de ello, y como decía, el pomelo es una fruta saludable que cuenta con multitud de vitaminas y componentes saludables. Como todas las frutas destaca por su alto contenido en agua. Concretamente, el pomelo está hecho de más de un 85% de agua en su composición total. Esto lo convierte en un elemento sumamente refrescante e hidratante que ayuda a cumplir con nuestras necesidades hídricas diarias.

Por otro lado, el pomelo destaca por su composición en vitamina A o retinol. Aproximadamente, por cada 100 gramos de pomelo encontramos 218 microgramos de vitamina A. Otra de las vitaminas más destacadas en el pomelo es la vitamina C, aportando un total de 37 miligramos por cada 100 gramos de pomelo. Esto lo convierte en un excelente alimento antioxidante.

En el ámbito de los minerales, el pomelo también aporta cantidades ciertamente interesantes de potasio. De forma concreta, hablamos de unos 141 miligramos de potasio por cada 100 gramos de pomelo. A su vez, el pomelo también cuenta con aportes discretos de calcio, magnesio y fósforo con 19, 9 y 9 miligramos respectivamente.

En conclusión, el pomelo es una fruta muy interesante para incluir en nuestra rutina cotidiana. Eso sí, no debemos exagerar sus propiedades saludables ni otorgarle poderes mágicos adelgazantes o detoxificantes que no se corresponden con la evidencia científica.

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