Nutrientes 100 g de la fruta, no del dulce: 57 calorías, grasas 0,1 g [gasas saturadas 0 g, grasas insaturadas 0,1 g], hidratos de carbono 15 g, fibra 1,9 g, azúcares 6 g, proteínas 1 g, colesterol 0 mg, sodio 4 mg, potasio 197 mg, calcio 11 mg, vitamina C 15 mg, magnesio 8 mg
Origen
Lo más probable es que su cultivo fuera anterior incluso que el de la manzana, ya aparece en el Cantar de los Cantares en el s. X a. C. En la época griega se ofrecía membrillo en las bodas como tributo a la diosa Afrodita. También lo usaban los romanos, apareciendo en el libro De re coquinaria escrito en el siglo I por Apicio. En el centro y sur de Europa se estableció su cultivo a partir del s. VII.
Propiedades
Su buena cantidad de pectina lo hace muy recomendable para problemas estomacales, siendo un buen protector de la mucosa gástrica e indicado para problemas de acidez, gastritis, etc.
Contiene elevadas cantidades de fibra, muy útil para prevenir el estreñimiento, regular el tránsito intestinal y evitar que el exceso de colesterol se acumule en nuestras arterias. Su potasio y magnesio lo hacen interesante para la salud de nuestros músculos y sus vitaminas del grupo B ayudan a regular el sistema nervioso.
El gran problema es su consumo en forma de dulce de membrillo que contiene enormes cantidades de azúcares refinados y una gran carga calórica. Lo podemos elaborar en casa con azúcares más saludables como la panela o el azúcar de coco. Igualmente no deberíamos abusar de su consumo.
