Las hemorroides son una inflamación de las venas del ano o del último tramo del recto, pudiendo ser externas [apreciables a simple vista y palpables] o internas en el recto. Estas últimas suelen ser las más dolorosas y pueden producir abundante sangrado. Suelen ser bastante comunes y entre las causas principales están los esfuerzos al defecar, el estreñimiento, pasar muchas horas sentado o también ser una consecuencia de otras enfermedades como la cirrosis.

Alimentos/remedios aconsejables

Las hojas de arándano, que podemos encontrar en herbolarios, suelen ser eficaces, especialmente en hemorroides sangrantes. Debemos calentar 2-3 litros de agua, cuando rompa a hervir los retiramos del fuego y añadimos un buen puñado de estas hojas, dejamos que se entibie y hacemos baños de asiento hasta que se enfríe. Un baño de asiento simplemente consiste en llenar un barreño o bidé con el agua caliente que acabamos de preparar y sentarnos encima, manteniendo mojada la zona, en este caso el ano.

El cardo mariano es otra de las plantas que alivian y previenen las hemorroides. Lo más efectivo es tomarlo en polvo, no más de un gramos en cada ingesta 3 veces al día. Si son las semillas debemos añadir un cucharadita por cada taza de agua recién hervida, dejamos reposar 15 minutos y tomamos máximo 2 veces al día.

Evita cualquier tipo de picante, el alcohol y los excitantes como el café o los refrescos. Además sería bueno realizar ejercicio físico de forma habitual y mantener la zona muy limpia, no utilizar papel higiénico durante los ‘brotes’, mejor limpiarse utilizando el bidé o la ducha. También deberemos evitar el estreñimiento, mira el apartado dedicado a esta dolencia en este mismo libro.