Nutrientes 100 g: 17 calorías, grasas 0,2 g [gasas saturadas 0 g, grasas insaturadas 0,1 g], hidratos de carbono 3,4 g, fibra 3,1 g, azúcares 0,3 g, proteínas 1,3 g, colesterol 0 mg, sodio 22 mg, potasio 314 mg, calcio 52 mg, magnesio 15 mg, vitamina A 2.167 IU, vitamina C 7 mg

Origen

Sus orígenes son inciertos; unos expertos la sitúan en la región de la India del Indostán, otros apuestan por la cuenca mediterránea. En el s. XIII se introdujo en el centro y norte de Europa desde el Mediterráneo, utilizándose cocida como remedio contra los dolores de estómago y los parásitos intestinales. Habría que esperar al s. XIX para que su cultivo llegara a América.

Propiedades

Gracias a su contenido en intibina, sustancia que le da su característico sabor amargo, propicia la secreción de bilis que ayuda en el proceso digestivo. Protege nuestra mucosa gástrica y nos ayuda especialmente en la digestión de las grasas. En combinación con su clorofina colabora con el hígado en sus labores depurativas y de limpieza.

Es una de las verduras que más folatos contiene, elemento que interviene directamente en la formación de glóbulos blancos y rojos, fortaleciendo el sistema inmune y protegiendo nuestras defensas, protegiéndonos frente a agentes externos perjudiciales.

Sus betacarotenos protegen nuestros ojos, piel, huesos… y tienen excelentes propiedades antioxidantes.

Su vitamina C ayuda a absorber correctamente el hierro, el ácido fólico y algunos aminoácidos.