¿Por qué no tomar bebidas isotónicas ni si hacemos deporte?

Tomar bebidas isotónicas se ha convertido en una costumbre habitual incluso en las personas que no hacen deporte. En muchas ocasiones, pensando que se trata de una opción más sana que tomar un refresco, una cerveza o un vaso de vino. Y aunque en el caso de las isotónicas puede ser cierto, la verdad es que también presentan algunos inconvenientes.

Estas bebidas isotónicas están preparadas para recuperar al cuerpo tras grandes esfuerzos físicos. Destinadas a deportistas, tratan de reponer los azúcares y los minerales que se han perdido por la sudoración tras alguna práctica deportiva.

En este sentido, tampoco está de más recordar que existen alternativas 100% naturales que nos pueden ayudar a recuperar el cuerpo sin tener una sobredosis de azúcar. Una de las soluciones más nutritivas tras hacer deporte es el plátano, pero también podemos tomar otras frutas como el melón, los dátiles, la naranja o la sandía.

El exceso de minerales y azúcares

Tomar bebidas de este tipo nos dará un exceso de azúcares que no podremos quemar y que el cuerpo acumulará como grasas, además de aumentar nuestro riesgo de diabetes, hígado graso y otras dolencias. Si tomamos una bebida isotónica porque pensamos que es más saludable o que nos ayudará a adelgazar, estamos totalmente equivocados. Una lata de Aquarius, por ejemplo, contiene más de 19 gramos de azúcares simples.

Otro problema viene del exceso de minerales. Tras hacer ejercicio físico intenso, podemos necesitar recuperar los perdidos, pero solo en ese caso. Si tenemos una dieta equilibrada, ya estamos tomando los minerales que necesitamos en nuestra alimentación. Los minerales en exceso pueden provocar problemas en los riñones y en el hígado, que tienen que expulsar los sobrantes, y generan una sobrecarga.

Las bebidas energéticas con cafeína

Además de las bebidas isotónicas, en los últimos años se han puesto muy de moda las bebidas energéticas con cafeína. Se utilizan para mantenernos despiertos, ayudarnos a estudiar o a trabajar en nuestro día a día. Ya hablamos en este artículo de los peligros del exceso de cafeína, algo que se ha multiplicado en estas bebidas, que no solo tienen unos contenidos muy superiores a los de una taza de café sino que también presentan una cantidad de azúcares muy alta.

Sin embargo, los mayores peligros de estas bebidas no son por su contenido en azúcar sino por sus efectos en el sistema cardiovascular. Según un estudio de la Wayne State University (Detroit, EE.UU.) en el que los participantes solo tomaron cafeína de una lata al día de estas bebidas, tanto la presión sanguínea como la frecuencia cardiaca aumentaba sustancialmente y podía producir arritmias, lo que puede ser peligroso para personas con hipertensión u otras dolencias cardíacas.

Igualmente, su consumo es muy peligroso para niños, embarazadas, personas con problemas psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión o para aquellos que lo combinan con bebidas alcohólicas ya que puede generar un colapso cardiaco.

BLOGPie