Las leches vegetales más saludables

Hay muchas razones para dejar la leche de vaca. Más allá del veganismo, el 40% de la población occidental es intolerante a la lactosa, aunque una gran parte no esté diagnosticada. Este porcentaje sufre diferentes problemas cuando consumen lácteos, desde gases, diarreas y estreñimiento hasta cólicos.

Además, hay que tener en cuenta que la leche de vaca produce una digestión muy pesada debido a su caseína y que a no somos capaces de absorber algunas hormonas destinadas a los terneros. Por otra parte, también hay que tener en cuenta el sistema de producción de la leche, en el que se le dan un gran número de antibióticos y estos terminan en nuestro organismo, haciendo aún más difícil la digestión.

La solución es simple. En lugar de consumir una leche que está fabricada específicamente para los terneros, podemos tomar alternativas vegetales para conseguir el calcio fundamental para nuestros huesos. No podemos olvidar que el alto contenido en fósforo de la leche animal dificulta la absorción del calcio.

Sin embargo, no todas las leches vegetales son igual de beneficiosas para el organismo. Por ello, vamos a hablar de las dos variantes más saludables y nutritivas: la leche de almendras y la leche de avena.

Leche de almendras

La leche de almendras es una de las más populares debido a su inmejorable sabor. Sin embargo, cuando hablamos desde una perspectiva nutricional, su agradable sabor es lo de menos ante una gran cantidad de ventajas para el funcionamiento de todo el cuerpo.

Lo principal es su altísimo contenido tanto en calcio como en magnesio, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis y mantiene los huesos fuertes. También tiene el fósforo adecuado para que este no impida su fijación en nuestro esqueleto. Este elemento activa las conexiones neuronales y favorece el correcto funcionamiento cerebral. Por ello, es también una leche ideal si tenemos pendientes tareas intelectuales, tanto para estudiantes como en el trabajo.

Por otra parte, también hay que mencionar sus beneficios en el sistema nervioso. La presencia de triptófano y vitaminas del grupo B convierten a esta bebida en ideal para regular nuestro sistema nervioso en casos de estrés, ansiedad, irritabilidad o insomnio.

Su contenido en manganeso y cobre nos solo nos ofrecen energía para el resto del día sino que también combaten la formación de radicales libres y previenen el envejecimiento celular. Junto con su potasio, se ha convertido en un alimento ideal para deportistas y para personas con anemia.

Por último, su alto contenido en vitamina D ayudan a cuidar nuestra piel, las uñas y el pelo y su fibra es nuestro mejor aliado para regular el tránsito intestinal.

Todos estos nutrientes la convierten en una leche perfecta para tomar a diario.

Leche de avena

La leche de avena es la otra leche vegetal que presenta más beneficios para nuestra nutrición en el día a día. Esta leche se caracteriza por ser ideal para el desayuno, por su alto grado de carbohidratos complejos y proteínas, dándonos energía.

A los carbohidratos y proteínas les acompaña en su función energizante su gran cantidad de zinc, magnesio y potasio, siendo una forma estupenda para empezar el día de forma saludable. Por supuesto, también tiene una gran cantidad de calcio y magnesio, por lo que, como la leche de almendras, es un buen aliado para la salud de nuestros huesos y frente a la osteoporosis. Su hierro también la hace recomendable para la anemia.

Si tenemos colesterol o problemas cardiovasculares, la leche de avena es la más recomendable por su contenido en ácido linoleico, avenasterol y lecitina. También hay que tener en cuenta su alto contenido en avenina, que favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso, especialmente en casos de insomnio o ansiedad.

En el aspecto estético también tiene beneficios, que la han hecho conseguir el calificativo de ‘leche de la piel’, razón por lo que es un ingrediente habitual en los geles de ducha de los supermercados. Y es que su vitamina E es muy importante para mantener la piel sana e hidratada.

Por último, tenemos que mencionar su contenido en fibra y betacarotenos. La fibra nos ayuda a regular el tránsito intestinal y a evitar diarreas o estreñimiento mientras que los betacorotenos son perfectos para tonificar nuestro estómago y prevenir la gastritis.

Como ya he mencionado, se trata de una leche perfecta para la primera comida del día, pudiéndose tomar a diario.

El problema de la leche de soja

Como todos sabemos, las legumbres o leguminosas se caracterizan por ser difíciles de digerir. Al tomarlas con la rapidez con la que se toma un vaso y sin fermentar, cargamos demasiado al organismo y hace que nos sintamos pesados, además de provocarnos gases.

Por otra parte, la leche de soja presenta un antígeno que hace más difícil la absorción del hierro y el yodo por nuestro cuerpo. Este aspecto es bastante importante si somos veganos, ya que la absorción de estos nutrientes es uno de los aspectos más fundamentales para tener una dieta saludable 100% vegetal.

Decir que la leche de almendras y la de avena son las más beneficiosas no quiere decir que no podamos usar otros tipos, sino que estas deberían ser las que usemos como base. Por ejemplo, la leche de coco puede consumirse de manera ocasional para realizar una salsa o similar, la de alpiste es recomendable para adelgazar o la de avellanas es bastante beneficiosa para reducir las molestias de la menopausia, entre otras características.

RECETA LECHE DE ALMENDRAS CASERA

RECETA LECHE DE AVENA CASERA

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